Por otro lado, no hay que asustarse si uno comienza a toser más después de dejarlo, ya que suele ser normal debido a que el humo del tabaco retarda o paraliza el movimiento normal de los cilios, una especie de prolongaciones móviles diminutas que transportan el moco y los residuos fuera de los pulmones. Al dejar de fumar, estos cilios se reactivan y comienzan a hacer su función, limpiando los pulmones y provocando que tengamos más impurezas en las vías respiratorias que se expulsan mediante la tos, una señal de que nuestro cuerpo se está limpiando y recuperando.
- Ventilar el espacio
Cuando llega el frío, lo importante es evitar que el ambiente se reseque (por ejemplo, por el uso de la calefacción) ventilando adecuadamente las habitaciones de la casa, ya que eso puede irritarnos la garganta y hacernos toser. Los humidificadores y purificadores son otra opción, ya que hacen que el aire que llega a los pulmones esté limpio de bacterias, humo y otras partículas nocivas que pueden hacernos enfermar y obligar a los pulmones a trabajar más.
- Ventilar el espacio
Cuando llega el frío, lo importante es evitar que el ambiente se reseque (por ejemplo, por el uso de la calefacción) ventilando adecuadamente las habitaciones de la casa, ya que eso puede irritarnos la garganta y hacernos toser. Los humidificadores y purificadores son otra opción, ya que hacen que el aire que llega a los pulmones esté limpio de bacterias, humo y otras partículas nocivas que pueden hacernos enfermar y obligar a los pulmones a trabajar más.