2. Realizar sesiones de fisioterapia
Los fisioterapeutas pueden mostrar a las personas interesadas ejercicios que ayudan a fortalecer los músculos alrededor de la articulación afectada, lo que mejora la movilidad y reduce el dolor.
La terapia de movimiento incluye ejercicios específicos para aumentar la flexibilidad, mientras que la electroterapia consiste en técnicas como la estimulación nerviosa eléctrica transcutánea, que ayudan a aliviar el dolor.
3. Perder peso
Reducir el peso corporal alivia la presión en las articulaciones, especialmente en aquellas que soportan el peso, como las rodillas y las caderas.
4. Realizar cirugía
En casos extremos donde el dolor es incapacitante y otras terapias no han funcionado, puede ser necesaria la cirugía. Las opciones más frecuentes incluyen la artroscopia y el reemplazo de articulaciones por prótesis.
Los fisioterapeutas pueden mostrar a las personas interesadas ejercicios que ayudan a fortalecer los músculos alrededor de la articulación afectada, lo que mejora la movilidad y reduce el dolor.
La terapia de movimiento incluye ejercicios específicos para aumentar la flexibilidad, mientras que la electroterapia consiste en técnicas como la estimulación nerviosa eléctrica transcutánea, que ayudan a aliviar el dolor.
3. Perder peso
Reducir el peso corporal alivia la presión en las articulaciones, especialmente en aquellas que soportan el peso, como las rodillas y las caderas.
4. Realizar cirugía
En casos extremos donde el dolor es incapacitante y otras terapias no han funcionado, puede ser necesaria la cirugía. Las opciones más frecuentes incluyen la artroscopia y el reemplazo de articulaciones por prótesis.