Biografía
Santa Brígida nació alrededor de 1303, según una muy antigua tradición, en la finca de Finsta, al oeste de la ciudad de Norrtälje, en la provincia de Uppland. Finsta era el domicilio de la familia Finsta, y perteneció durante un tiempo (aunque no cuando nació Brígida) a su padre, Birger Persson. Su madre fue Ingeborg Bengtsdotter, y fue la segunda esposa de su padre. Éste era juez de Uppland, y su abuelo paterno, su abuelo materno y su hermano también ejercieron esa profesión. Su esposo fue también juez, y tuvo un hijo que ejerció la misma actividad.
Su abuelo materno era primo de Magnus Ladulás, de modo que Brígida tenía parentesco con la familia real sueca. Por medio de sus padres y de su esposo alternó en los círculos políticos más influyentes de la Suecia medieval.
Cuando Brígida tenía unos 3 años murió su madre. Su padre se consideró incapaz para darle una educación como la que merecía una niña de su condición social, por lo que la envió a casa de su cuñada Catarina Bengtsdotter en Aspanäs, junto al lago Sommen, en Östergötland.
Se cuenta que desde niña Brígida tuvo visiones. Una vez vio a la Virgen María colocarle una corona en su cabeza. En otra ocasión vio ante ella a Jesucristo torturado y muerto en la cruz. Estas dos visiones, la profunda devoción a María y las meditaciones sobre el sufrimiento de Cristo, marcaron toda la vida de Brígida.
Santa Brígida nació alrededor de 1303, según una muy antigua tradición, en la finca de Finsta, al oeste de la ciudad de Norrtälje, en la provincia de Uppland. Finsta era el domicilio de la familia Finsta, y perteneció durante un tiempo (aunque no cuando nació Brígida) a su padre, Birger Persson. Su madre fue Ingeborg Bengtsdotter, y fue la segunda esposa de su padre. Éste era juez de Uppland, y su abuelo paterno, su abuelo materno y su hermano también ejercieron esa profesión. Su esposo fue también juez, y tuvo un hijo que ejerció la misma actividad.
Su abuelo materno era primo de Magnus Ladulás, de modo que Brígida tenía parentesco con la familia real sueca. Por medio de sus padres y de su esposo alternó en los círculos políticos más influyentes de la Suecia medieval.
Cuando Brígida tenía unos 3 años murió su madre. Su padre se consideró incapaz para darle una educación como la que merecía una niña de su condición social, por lo que la envió a casa de su cuñada Catarina Bengtsdotter en Aspanäs, junto al lago Sommen, en Östergötland.
Se cuenta que desde niña Brígida tuvo visiones. Una vez vio a la Virgen María colocarle una corona en su cabeza. En otra ocasión vio ante ella a Jesucristo torturado y muerto en la cruz. Estas dos visiones, la profunda devoción a María y las meditaciones sobre el sufrimiento de Cristo, marcaron toda la vida de Brígida.