Las viudas se enfrentan a una dura realidad
El cambio de estatus social de las mujeres a viudas conlleva a la pérdida no solo de su pareja, sino de su espacio en la sociedad civil.
En muchos países, a las mujeres que enviudan se le niegan sus derechos a la herencia, a la tierra y se les somete a rituales extremos de duelo y a otras formas de discriminación y abuso. En ocasiones es la misma familia de la viuda la que las desalojan de sus casas y las maltratan, incluso las asesinan.
En otros países, la situación de la mujer está vinculada a su esposo, de forma que cuando éste muere la viuda ya no tiene protagonismo en la sociedad y para adquirir esa relevancia a veces se les obliga a casarse de nuevo con miembros de la familia del marido, muchas veces, en contra de su voluntad.
En muchos países quedarse viuda es causa de vergüenza, e incluso se asocia este hecho con la brujería y por ello se somete a las mujeres a abusos. También los hijos pueden sufrir la estigmatización derivada de la viudedad. Todas estas crueldades muchas veces se justifican por la tradición religiosa o cultural.
La impunidad es un hecho extendido, no se lleva a los culpables ante los tribunales. E incluso en países donde hay legislación, la realidad es que los delitos relacionados con este tipo de violencia son perdonados.
Podemos enumerar los problemas a los que se enfrentan las viudas en algunos países, en los siguientes puntos:
● Discriminación por razones de género, religión, edad o discapacidad.
● Pobreza e indigencia.
● Sometimiento a rituales de duelo vejatorios.
● Violencia y abuso físico y psicológico.
● Desalojo de sus hogares.
● Negación de sus derechos a herencias, pensiones, propiedades y recursos productivos.
● Escasa posibilidad de obtener ingresos económicos regulares para la manutención de su familia.
El cambio de estatus social de las mujeres a viudas conlleva a la pérdida no solo de su pareja, sino de su espacio en la sociedad civil.
En muchos países, a las mujeres que enviudan se le niegan sus derechos a la herencia, a la tierra y se les somete a rituales extremos de duelo y a otras formas de discriminación y abuso. En ocasiones es la misma familia de la viuda la que las desalojan de sus casas y las maltratan, incluso las asesinan.
En otros países, la situación de la mujer está vinculada a su esposo, de forma que cuando éste muere la viuda ya no tiene protagonismo en la sociedad y para adquirir esa relevancia a veces se les obliga a casarse de nuevo con miembros de la familia del marido, muchas veces, en contra de su voluntad.
En muchos países quedarse viuda es causa de vergüenza, e incluso se asocia este hecho con la brujería y por ello se somete a las mujeres a abusos. También los hijos pueden sufrir la estigmatización derivada de la viudedad. Todas estas crueldades muchas veces se justifican por la tradición religiosa o cultural.
La impunidad es un hecho extendido, no se lleva a los culpables ante los tribunales. E incluso en países donde hay legislación, la realidad es que los delitos relacionados con este tipo de violencia son perdonados.
Podemos enumerar los problemas a los que se enfrentan las viudas en algunos países, en los siguientes puntos:
● Discriminación por razones de género, religión, edad o discapacidad.
● Pobreza e indigencia.
● Sometimiento a rituales de duelo vejatorios.
● Violencia y abuso físico y psicológico.
● Desalojo de sus hogares.
● Negación de sus derechos a herencias, pensiones, propiedades y recursos productivos.
● Escasa posibilidad de obtener ingresos económicos regulares para la manutención de su familia.