LÉXICO - LAS COSAS Y SUS NOMBRES - LA FRASE - EL REFRÁN - FIESTAS
TEMAS DEL DIA EN EL ALMANAQUE
El Almanaque es un medio abierto a todas las opiniones. La opinión de los artículos es responsabilidad de sus autores
LÉXICO: MEDICINA - EDUCACIÓN - RELIGIÓN - DERECHO-POLÍTICA - AMOR Y SEXO - ECOLOGÍA
LÉXICO - ORIGEN DE LA PALABRA: SOLSTICIO
El día más largo del año.
El solsticio marca la llegada del verano astronómico en el hemisferio norte y del invierno en el hemisferio sur
Para entender qué decimos con esta palabra, hay que empezar por aclarar que es antiquísima, al igual que su contenido, con lo que es bastante normal que nos cueste entenderla. Si nos atenemos a su valor léxico, se entiende muy bien lo que dice: parada del sol (sto, stare, statui, statum es estarse quieto, parado; de ahí estatua, estatuto, estamento, constitución, cosas cuya naturaleza es estarse quietas, no andar cambiando). Al margen de que la doctrina con la que nos manejamos es la de que el Sol no se mueve, sin embargo nos entendemos mejor aceptando que las cosas son como parecen.
Y así seguimos diciendo “el Sol sale”, “el Sol se pone”, y hablamos de estaciones, que son las paradas del Sol, y hablamos de solsticios, que vuelven a ser paradas del Sol. Si añadimos que los signos zodiacales son, según los egipcios que nos los traspasaron, otras tantas paradas o fondas del Sol en su recorrido anual, tendremos que la lengua le asigna al Sol un montón de paradas. Pero no todas tienen la misma categoría: las hay más largas, y las hay puramente nominales. Las más largas son los solsticios, y de éstos el más importante el de verano: tanto, que gozó de este nombre casi en exclusiva. Solstitium pécori deféndite, dice una norma pastoril: “defended al ganado de los solsticios”.
Es evidente que en lenguaje popular solsticio es sinónimo de calor estival, de verano. Solstitialis tempus es el tiempo estival, caluroso. Esto hace pensar que los romanos interpretaban que el sol, tan huidizo en invierno, en verano se estaba quieto en el cielo todo el día. Ésta es una interpretación, la más simple. Pero hay otras que implican una más constante observación astronómica. En el solsticio de verano, cuando el Sol se halla en el trópico de Cáncer, detiene su movimiento ascensional hacia el norte, alcanzando en este momento su latitud máxima. Es cuando se produce la inflexión y empieza a descender hasta el trópico de Capricornio en el solsticio de invierno. Los que inventaron estas denominaciones entendían que entre el final de la dirección ascendente y el principio de la descendente, el Sol hacía una parada.
Pero hay otra particularidad astronómica que da sentido a la denominación de solsticio. Resulta que el recorrido que hace la Tierra de su órbita, no tiene nada de regular, con lo que los días solares no son todos de 24 horas, es decir que no recorre cada día una porción igual de su órbita alrededor del Sol. Por eso nos hemos tenido que montar un día ficticio, para poder llevar todos la misma hora. Pues bien, resulta que durante la primavera la declinación del Sol (su movimiento aparente cielo arriba) crece muy rápidamente, pero se ralentiza de forma muy perceptible cuando está a punto de alcanzar su valor máximo el 22 de junio, al empezar el verano. Es decir que da la impresión de que el Sol ha detenido su carrera ascendente. Es decir que se ha parado. Eso explicaría mejor que nada el nombre de solsticio.
En cualquier caso, la astronomía estaba en manos de los sacerdotes, cuyas observaciones (contemplaciones –de templum- y consideraciones –de sídera-) eran larguísimas en el tiempo y de alta precisión), y ellos marcaban las fiestas y celebraciones, entre las que los solsticios ocuparon el lugar más destacado.
Buscador temático del Almanaque - EL ALMANAQUE dedica sus afanes a poner a tu alcance UNA PALABRA CADA DÍA. Por Mariano Arnal
TEMAS DEL DIA EN EL ALMANAQUE
El Almanaque es un medio abierto a todas las opiniones. La opinión de los artículos es responsabilidad de sus autores
LÉXICO: MEDICINA - EDUCACIÓN - RELIGIÓN - DERECHO-POLÍTICA - AMOR Y SEXO - ECOLOGÍA
LÉXICO - ORIGEN DE LA PALABRA: SOLSTICIO
El día más largo del año.
El solsticio marca la llegada del verano astronómico en el hemisferio norte y del invierno en el hemisferio sur
Para entender qué decimos con esta palabra, hay que empezar por aclarar que es antiquísima, al igual que su contenido, con lo que es bastante normal que nos cueste entenderla. Si nos atenemos a su valor léxico, se entiende muy bien lo que dice: parada del sol (sto, stare, statui, statum es estarse quieto, parado; de ahí estatua, estatuto, estamento, constitución, cosas cuya naturaleza es estarse quietas, no andar cambiando). Al margen de que la doctrina con la que nos manejamos es la de que el Sol no se mueve, sin embargo nos entendemos mejor aceptando que las cosas son como parecen.
Y así seguimos diciendo “el Sol sale”, “el Sol se pone”, y hablamos de estaciones, que son las paradas del Sol, y hablamos de solsticios, que vuelven a ser paradas del Sol. Si añadimos que los signos zodiacales son, según los egipcios que nos los traspasaron, otras tantas paradas o fondas del Sol en su recorrido anual, tendremos que la lengua le asigna al Sol un montón de paradas. Pero no todas tienen la misma categoría: las hay más largas, y las hay puramente nominales. Las más largas son los solsticios, y de éstos el más importante el de verano: tanto, que gozó de este nombre casi en exclusiva. Solstitium pécori deféndite, dice una norma pastoril: “defended al ganado de los solsticios”.
Es evidente que en lenguaje popular solsticio es sinónimo de calor estival, de verano. Solstitialis tempus es el tiempo estival, caluroso. Esto hace pensar que los romanos interpretaban que el sol, tan huidizo en invierno, en verano se estaba quieto en el cielo todo el día. Ésta es una interpretación, la más simple. Pero hay otras que implican una más constante observación astronómica. En el solsticio de verano, cuando el Sol se halla en el trópico de Cáncer, detiene su movimiento ascensional hacia el norte, alcanzando en este momento su latitud máxima. Es cuando se produce la inflexión y empieza a descender hasta el trópico de Capricornio en el solsticio de invierno. Los que inventaron estas denominaciones entendían que entre el final de la dirección ascendente y el principio de la descendente, el Sol hacía una parada.
Pero hay otra particularidad astronómica que da sentido a la denominación de solsticio. Resulta que el recorrido que hace la Tierra de su órbita, no tiene nada de regular, con lo que los días solares no son todos de 24 horas, es decir que no recorre cada día una porción igual de su órbita alrededor del Sol. Por eso nos hemos tenido que montar un día ficticio, para poder llevar todos la misma hora. Pues bien, resulta que durante la primavera la declinación del Sol (su movimiento aparente cielo arriba) crece muy rápidamente, pero se ralentiza de forma muy perceptible cuando está a punto de alcanzar su valor máximo el 22 de junio, al empezar el verano. Es decir que da la impresión de que el Sol ha detenido su carrera ascendente. Es decir que se ha parado. Eso explicaría mejor que nada el nombre de solsticio.
En cualquier caso, la astronomía estaba en manos de los sacerdotes, cuyas observaciones (contemplaciones –de templum- y consideraciones –de sídera-) eran larguísimas en el tiempo y de alta precisión), y ellos marcaban las fiestas y celebraciones, entre las que los solsticios ocuparon el lugar más destacado.
Buscador temático del Almanaque - EL ALMANAQUE dedica sus afanes a poner a tu alcance UNA PALABRA CADA DÍA. Por Mariano Arnal