Ciriaco y Paula
Ciriaco y Paula
Información personal
Nacimiento Fecha desconocida
Fallecimiento 18 de junio de 303
Málaga
Información religiosa
Festividad 18 de junio
Venerado en Iglesia católica
Patronazgo de Málaga
Títulos y
reconocimientos[mostrar]
[editar datos en Wikidata]
Ciriaco y Paula fueron dos santos y mártires cristianos hispanorromanos, muertos en Málaga el 18 de junio de 303.
Eran jóvenes y pertenecían a la entonces creciente comunidad cristiana en la ciudad, presidida por el obispo San Patricio. Apresados en el contexto de la décima persecución del emperador Diocleciano y Maximiano, fueron sometidos a dolorosos tormentos con el propósito de que renunciaran a su fe y adorasen a las divinidades paganas romanas. Como no consiguieron tal propósito, fueron condenados a muerte y lapidados, atados a sendos árboles, en la margen del río Guadalmedina, en el lugar que aún hoy se conoce como Paseo de Martiricos (junto al actual Estadio de La Rosaleda). Ocurrida la muerte, cayó un fuerte aguacero que impidió que sus cuerpos fuesen quemados. Los cristianos malagueños los recogieron y procedieron a su sepultura. Desde entonces y hasta el siglo XI fueron venerados en la ciudad y en toda la Bética.
Los Reyes Católicos consagraron a San Ciriaco y Santa Paula una de las cuatro parroquias fundacionales tras la toma de Málaga en la Guerra de Granada (1487), los designaron patronos de la ciudad de Málaga en 1490 y los incluyeron en el escudo de Málaga en 1494.
Ciriaco y Paula
Información personal
Nacimiento Fecha desconocida
Fallecimiento 18 de junio de 303
Málaga
Información religiosa
Festividad 18 de junio
Venerado en Iglesia católica
Patronazgo de Málaga
Títulos y
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Ciriaco y Paula fueron dos santos y mártires cristianos hispanorromanos, muertos en Málaga el 18 de junio de 303.
Eran jóvenes y pertenecían a la entonces creciente comunidad cristiana en la ciudad, presidida por el obispo San Patricio. Apresados en el contexto de la décima persecución del emperador Diocleciano y Maximiano, fueron sometidos a dolorosos tormentos con el propósito de que renunciaran a su fe y adorasen a las divinidades paganas romanas. Como no consiguieron tal propósito, fueron condenados a muerte y lapidados, atados a sendos árboles, en la margen del río Guadalmedina, en el lugar que aún hoy se conoce como Paseo de Martiricos (junto al actual Estadio de La Rosaleda). Ocurrida la muerte, cayó un fuerte aguacero que impidió que sus cuerpos fuesen quemados. Los cristianos malagueños los recogieron y procedieron a su sepultura. Desde entonces y hasta el siglo XI fueron venerados en la ciudad y en toda la Bética.
Los Reyes Católicos consagraron a San Ciriaco y Santa Paula una de las cuatro parroquias fundacionales tras la toma de Málaga en la Guerra de Granada (1487), los designaron patronos de la ciudad de Málaga en 1490 y los incluyeron en el escudo de Málaga en 1494.