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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: Vida como eremita...

Vida como eremita

Cuando se hizo adulto abandonó el cenobio y se marchó a vivir como ermitaño, deseoso de alcanzar la unión con el amor de Dios. La tradición relata que una luminaria le acompañó por cerca de siete millas de camino en el itinerario hasta una choza. Al llamar a la puerta, le abrió un venerable anciano que era ermitaño desde hacía muchos años. Onofre cayó de rodillas, penetrado de admiración, y el anciano le dijo: «Te aguardaba, Onofre, que como ves, sabía de antemano tu nombre; ni me son desconocidos tus deseos, ni ignoro para lo que el cielo te reserva: persevera, pues, hijo, en tu propósito, y entra en mi choza a descansar algunos días».

Onofre estuvo algunos días con el anciano, quien le instruyó en las reglas de vida de los ermitaños. Después lo llevó al desierto y a unos cuatro días de camino llegaron a la región de Calidiomea, donde encontraron una palmera que daba sombra a una pequeña choza. El anciano le dijo: «Este es el lugar que Dios te señala», y permaneció con Onofre durante treinta días, luego de los cuales partió. Onofre se quedó a vivir allí y una vez al año salía para visitar a su maestro y aprender de sus sabias enseñanzas. Otras versiones afirman que la ermita de Onofre fue una cueva entre acantilados cerca de Göreme (Capadocia), en la actual Turquía.​

Onofre solo comía dátiles y agua que sacaba de la palma que crecía junto a su choza. Otras versiones afirman que también comía hierbas del desierto, insectos y en algunas ocasiones miel. Como vestimenta solo tenía sus propios cabellos, de considerable longitud, y hojas de palma o hierbas del desierto entretejidas. Por las noches tiritaba de frío y en el día era abrasado por los rayos inclementes del sol. Un ángel le daba pan y vino los domingos, y de esta forma comulgaba. Sobrevivió así durante 60 años, dedicado a la oración, las mortificaciones y las austeridades. Muy pocas veces salió de su retiro para administrar el sacramento del bautismo. Cuando llevaba treinta años viviendo como ermitaño, murió su maestro espiritual, a quien Onofre enterró y le rindió honores.