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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: Martirio y veneración...

Martirio y veneración

En la Segunda parte de la Apología, Justino explica con sus propias palabras el poder persuasivo del testimonio del martirio:

Yo mismo, cuando seguía las doctrinas de Platón, oía las calumnias que corrían contra los cristianos; pero al ver su impavidez ante la muerte y ante todo lo que comúnmente se tiene por espantoso, me di cuenta ser imposible que fueran hombres malvados y entregados al placer. Porque ¿qué amador del placer, qué intemperante, quién que tenga por cosa buena devorar carnes humanas pudiera recibir alegremente la muerte?

Apología II, 12.

Se conserva una narración, basada en las actas del juicio, que describe el interrogatorio por parte del prefecto Quinto Junio Rústico y la negativa de los cristianos a sacrificar en honor de los dioses.​ Ante la amenaza de la pena capital, Justino le responde: «Nuestro más ardiente deseo es sufrir por amor de nuestro Señor Jesucristo para salvarnos, pues este sufrimiento se nos convertirá en motivo de salvación y confianza ante el tremendo y universal tribunal de nuestro Señor y Salvador».​ Rústico, pues los envía al suplicio y luego a la decapitación. El supremo testimonio se narra de forma muy escueta:

«Los santos mártires, glorificando a Dios, salieron al lugar acostumbrado, y, cortándoles allí las cabezas, consumaron su martirio en la confesión de nuestro Salvador. Mas algunos de los fieles tomaron a escondidas los cuerpos de ellos y los depositaron en lugar conveniente, cooperando con ellos la gracia de nuestro Señor Jesucristo, a quien sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén».

Martyrium Sancti Iustini et Sociorum

Justino es venerado como santo en distintas denominaciones cristianas, incluyendo la Iglesia Católica,​ la Iglesia Ortodoxa​ y la Comunión Anglicana.​ En el rito romano de la Iglesia católica su festividad tiene lugar el 1 de junio. Antes de la reforma litúrgica promovida por el Concilio Vaticano II se celebraba el 14 de abril.