Influencia
La primera mención de Justino se encuentra en la Oratio ad Graecos de su discípulo Taciano, donde lo nombra como «el muy admirable Justino». Ireneo, que también oyó sus disertaciones en Roma, describe su martirio y demuestra su influjo en varios pasajes, citándole directamente en dos ocasiones. Tertuliano, en su Adversus Valentinianos, lo llama «filósofo y mártir», y «el primer antagonista de los herejes». Otros autores de los siglos III a V como Orígenes y Teodoreto se inspiraron en sus ideas, y de hecho Eusebio de Cesarea lo trata con cierta extensión en su Historia eclesiástica (iv. 18).
La primera mención de Justino se encuentra en la Oratio ad Graecos de su discípulo Taciano, donde lo nombra como «el muy admirable Justino». Ireneo, que también oyó sus disertaciones en Roma, describe su martirio y demuestra su influjo en varios pasajes, citándole directamente en dos ocasiones. Tertuliano, en su Adversus Valentinianos, lo llama «filósofo y mártir», y «el primer antagonista de los herejes». Otros autores de los siglos III a V como Orígenes y Teodoreto se inspiraron en sus ideas, y de hecho Eusebio de Cesarea lo trata con cierta extensión en su Historia eclesiástica (iv. 18).