Martirio
La mañana del 25 de mayo fueron conducidos a la casa municipal de Colotlán, Jalisco, para ser ejecutados. Magallanes se hincó para recibir del Padre Caloca la absolución sacramental, y él, a su vez, la recibió luego de su párroco.
Ante sus verdugos, Cristóbal Magallanes Jara dijo en voz alta:
«Soy y muero inocente; perdono de corazón a los autores de mi muerte y pido a Dios que mi sangre sirva para la paz de los mexicanos desunidos»
Viendo a su ministro acosado por la aflicción, le dijo:
«Padre, solo un momento y estaremos en el Cielo»
Con los sacerdotes y laicos martirizados durante la persecución religiosa en México, fue beatificado por el papa San Juan Pablo II el 22 de noviembre de 1992, y canonizado en el año 2000 el 21 de mayo durante el Jubileo.
La mañana del 25 de mayo fueron conducidos a la casa municipal de Colotlán, Jalisco, para ser ejecutados. Magallanes se hincó para recibir del Padre Caloca la absolución sacramental, y él, a su vez, la recibió luego de su párroco.
Ante sus verdugos, Cristóbal Magallanes Jara dijo en voz alta:
«Soy y muero inocente; perdono de corazón a los autores de mi muerte y pido a Dios que mi sangre sirva para la paz de los mexicanos desunidos»
Viendo a su ministro acosado por la aflicción, le dijo:
«Padre, solo un momento y estaremos en el Cielo»
Con los sacerdotes y laicos martirizados durante la persecución religiosa en México, fue beatificado por el papa San Juan Pablo II el 22 de noviembre de 1992, y canonizado en el año 2000 el 21 de mayo durante el Jubileo.