Hechos de Felipe
Artículo principal: Hechos de Felipe
Pueden encontrarse historias sobre san Felipe en el libro anónimo, Hechos de Felipe. Probablemente, estos Hechos apócrifos fueron escritos en el siglo IV por un autor contemporáneo a Eusebio. Este libro no canónico cuenta las predicaciones y milagros de Felipe. Tras la resurrección de Jesús, Felipe fue enviado, junto con su hermana Mariamne y junto a Bartolomé, a predicar en Grecia, Siria y Frigia.
Los Hechos de Felipe cuentan con quince capítulos, el último de los cuales está unido a un epílogo sobre el martirio. Hay cuatro "bloques" distintos en esta obra que, según F. Amsler, pueden ser incluso libros escritos de forma independiente y unificados con posterioridad. Estos bloques son el Hecho I, el Hecho II, el bloque de los Hechos III al VII y el bloque del Hecho VIII y siguientes.
Felipe iba a predicar a Hierápolis, en la región de Frigia, junto con su hermana Mariamne y el apóstol Bartolomé. Jesús se le apareció a Mariamne y le dijo que en esa ciudad adoraban a una Víbora. Hierápolis se llamaba también Ofiorima, que significa "calle o ciudad de las serpientes". Cuando llegaron a la ciudad fueron azotados con correas, arrastrados por el suelo y, por orden del procónsul, fueron encerrados en el templo de la Víbora. El procónsul hizo que atravesaran los talones de Felipe con dos ganchos y lo colgaron de un árbol a la entrada del templo. Posteriormente, hizo colgar a Bartolomé de las manos en el muro frontal del templo.
Tras esto, el apóstol Juan llegó a la ciudad e intentó ayudar a Felipe. No obstante, Felipe, cansado de los abusos de esa ciudad, hizo que se abriese un abismo que se tragó a siete mil personas (incluido el procónsul), a la Víbora a la que adoraban y al propio templo. Se salvaron del cataclismo el cristiano que daba alojamiento a Pablo, toda la familia de ese cristiano y la mujer del procónsul, que se había convertido a la fe gracias a Pablo. Cristo reprendió a Felipe por "devolver mal por mal" y sacó del abismo a todos menos al procónsul y a la Víbora. Hizo descolgar a Bartolomé, finalmente llegó al cielo.
El martirio de Felipe en Hierápolis se narra en el apéndice final, titulado Del viaje de Felipe el Apóstol: Desde el decimoquinto hecho hasta el final, y desde ahí al martirio.
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Pueden encontrarse historias sobre san Felipe en el libro anónimo, Hechos de Felipe. Probablemente, estos Hechos apócrifos fueron escritos en el siglo IV por un autor contemporáneo a Eusebio. Este libro no canónico cuenta las predicaciones y milagros de Felipe. Tras la resurrección de Jesús, Felipe fue enviado, junto con su hermana Mariamne y junto a Bartolomé, a predicar en Grecia, Siria y Frigia.
Los Hechos de Felipe cuentan con quince capítulos, el último de los cuales está unido a un epílogo sobre el martirio. Hay cuatro "bloques" distintos en esta obra que, según F. Amsler, pueden ser incluso libros escritos de forma independiente y unificados con posterioridad. Estos bloques son el Hecho I, el Hecho II, el bloque de los Hechos III al VII y el bloque del Hecho VIII y siguientes.
Felipe iba a predicar a Hierápolis, en la región de Frigia, junto con su hermana Mariamne y el apóstol Bartolomé. Jesús se le apareció a Mariamne y le dijo que en esa ciudad adoraban a una Víbora. Hierápolis se llamaba también Ofiorima, que significa "calle o ciudad de las serpientes". Cuando llegaron a la ciudad fueron azotados con correas, arrastrados por el suelo y, por orden del procónsul, fueron encerrados en el templo de la Víbora. El procónsul hizo que atravesaran los talones de Felipe con dos ganchos y lo colgaron de un árbol a la entrada del templo. Posteriormente, hizo colgar a Bartolomé de las manos en el muro frontal del templo.
Tras esto, el apóstol Juan llegó a la ciudad e intentó ayudar a Felipe. No obstante, Felipe, cansado de los abusos de esa ciudad, hizo que se abriese un abismo que se tragó a siete mil personas (incluido el procónsul), a la Víbora a la que adoraban y al propio templo. Se salvaron del cataclismo el cristiano que daba alojamiento a Pablo, toda la familia de ese cristiano y la mujer del procónsul, que se había convertido a la fe gracias a Pablo. Cristo reprendió a Felipe por "devolver mal por mal" y sacó del abismo a todos menos al procónsul y a la Víbora. Hizo descolgar a Bartolomé, finalmente llegó al cielo.
El martirio de Felipe en Hierápolis se narra en el apéndice final, titulado Del viaje de Felipe el Apóstol: Desde el decimoquinto hecho hasta el final, y desde ahí al martirio.