Crónica
Ha sido llamada Crónica Universal, Chronica mundi y Chronica Maiora.
Isidoro hizo una primera versión breve de esta obra en el 615-616. Luego hizo otra larga en 624. Finalmente, en 627 hizo un resumen o epítome conocido como Chronicon recogido en los capítulos 38 y 39 del libro V de las Etimologías.
Por influencia de san Agustín, divide la historia en seis edades. La cifra es la misma que los seis días de la Creación según el Génesis y de las seis edades del hombre según la tradición antigua (primera infancia, infancia, adolescencia, juventud, madurez y vejez). Para Isidoro las edades son las siguientes: de la Creación al Diluvio Universal, de los hijos de Noé al nacimiento de Abraham, de Abraham a al rey David, del reinado de David al destierro en Babilonia, del destierro al nacimiento de Jesucristo y desde esto último hasta el reinado de Sisebuto.
Desde la segunda edad conjuga la historia bíblica con la de los reinos e imperios de Oriente Medio. Desde la tercera edad, narra la historia de Egipto y Grecia, recurriendo incluso a fuentes paganas. En la tercera y más aún en la cuarta se fijará también en la península itálica y Roma. En la quinta edad da mayor relevancia a Persia, Alejandro Magno y los estados helenísticos, se fija más en Roma y menciona por primera vez a Hispania. La sexta edad habla de los emperadores romanos y de los godos, vándalos, alanos y suevos.
Ha sido llamada Crónica Universal, Chronica mundi y Chronica Maiora.
Isidoro hizo una primera versión breve de esta obra en el 615-616. Luego hizo otra larga en 624. Finalmente, en 627 hizo un resumen o epítome conocido como Chronicon recogido en los capítulos 38 y 39 del libro V de las Etimologías.
Por influencia de san Agustín, divide la historia en seis edades. La cifra es la misma que los seis días de la Creación según el Génesis y de las seis edades del hombre según la tradición antigua (primera infancia, infancia, adolescencia, juventud, madurez y vejez). Para Isidoro las edades son las siguientes: de la Creación al Diluvio Universal, de los hijos de Noé al nacimiento de Abraham, de Abraham a al rey David, del reinado de David al destierro en Babilonia, del destierro al nacimiento de Jesucristo y desde esto último hasta el reinado de Sisebuto.
Desde la segunda edad conjuga la historia bíblica con la de los reinos e imperios de Oriente Medio. Desde la tercera edad, narra la historia de Egipto y Grecia, recurriendo incluso a fuentes paganas. En la tercera y más aún en la cuarta se fijará también en la península itálica y Roma. En la quinta edad da mayor relevancia a Persia, Alejandro Magno y los estados helenísticos, se fija más en Roma y menciona por primera vez a Hispania. La sexta edad habla de los emperadores romanos y de los godos, vándalos, alanos y suevos.