3. Síntomas del glaucoma
Una de las características del glaucoma es su capacidad para desarrollarse sin síntomas muy evidentes en las fases iniciales. Sin embargo, a medida que la enfermedad avanza, pueden aparecer algunas señales que pueden alertarnos de su presencia:
Pérdida progresiva de la visión periférica
En muchos casos, la primera manifestación es una disminución gradual de la visión lateral, lo que se traduce en la sensación de ver a través de un túnel. Esta pérdida de campo visual suele pasar desapercibida hasta que se vuelve notable.
Dificultad para ver en ambientes oscuros o con poca luz
En personas con glaucoma, la adaptación a condiciones de baja iluminación se ve comprometida, afectando la capacidad de distinguir detalles en ambientes nocturnos.
Visión borrosa y halos alrededor de las luces
En episodios de glaucoma de ángulo cerrado, el paciente puede experimentar una visión nublada y la presencia de halos o destellos luminosos alrededor de las luces, lo que se asocia a un aumento repentino de la presión intraocular.
Dolor ocular y enrojecimiento
En los ataques agudos del glaucoma de ángulo cerrado la persona puede presentar un dolor intenso en el ojo, acompañado de enrojecimiento e incluso náuseas.
Estos síntomas advierten de la importancia de la prevención y el control periódico por parte del óptico de confianza, ya que una detección temprana del glaucoma es crucial para minimizar las consecuencias de la enfermedad.
Una de las características del glaucoma es su capacidad para desarrollarse sin síntomas muy evidentes en las fases iniciales. Sin embargo, a medida que la enfermedad avanza, pueden aparecer algunas señales que pueden alertarnos de su presencia:
Pérdida progresiva de la visión periférica
En muchos casos, la primera manifestación es una disminución gradual de la visión lateral, lo que se traduce en la sensación de ver a través de un túnel. Esta pérdida de campo visual suele pasar desapercibida hasta que se vuelve notable.
Dificultad para ver en ambientes oscuros o con poca luz
En personas con glaucoma, la adaptación a condiciones de baja iluminación se ve comprometida, afectando la capacidad de distinguir detalles en ambientes nocturnos.
Visión borrosa y halos alrededor de las luces
En episodios de glaucoma de ángulo cerrado, el paciente puede experimentar una visión nublada y la presencia de halos o destellos luminosos alrededor de las luces, lo que se asocia a un aumento repentino de la presión intraocular.
Dolor ocular y enrojecimiento
En los ataques agudos del glaucoma de ángulo cerrado la persona puede presentar un dolor intenso en el ojo, acompañado de enrojecimiento e incluso náuseas.
Estos síntomas advierten de la importancia de la prevención y el control periódico por parte del óptico de confianza, ya que una detección temprana del glaucoma es crucial para minimizar las consecuencias de la enfermedad.