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El 2 de agosto de 1875 las cuatro hermanas salieron de la calle San Luis para ir a la Iglesia del Convento de Santa Paula, donde asistieron a una misa oficiada por Torres, comulgaron y se consagraron a Dios en el amor y servicio a los pobres. De esta forma, quedó constituida la Compañía de la Cruz con sor Ángela de la Cruz, sor Josefa, Juana María Castro con el nombre religioso de sor Sacramento, y sor Juana.
Las monjas realizaban obras de caridad con los pobres y visitas a los necesitados.
El 1 de octubre se trasladaron a una casa alquilada, el número 8 de la calle Hombre de Piedra. La casa fue bendecida por el párroco de San Lorenzo, el beato Marcelo Spínola y Maestre. En la Navidad de 1875 el arzobispo Luis de la Lastra y Cuesta dispuso que se vistiesen con hábito para exteriorizar sus votos. Este fue diseñado por Santa Ángela: de color marrón, con un escapulario de la misma tela, un cordón como el de los franciscanos, toca blanca y, como calzado, simples alpargatas.
La siguiente en unirse fue sor Ana. 56 Posteriormente se unieron a la Compañía Luisa Padilla, de la alta sociedad sevillana y directora de un colegio, y una de sus discípulas, Concepción Fernández, que pasó a tener el nombre religioso de sor Pura. Una de las hermanas que se unió posteriormente fue sor Adelaida de Jesús, que se curó de una tuberculosis que podría haberla matado, atribuyendo esto a la intercesión de fray Diego José de Cádiz. Este milagro de sanación sirvió para beatificar a Diego José de Cádiz en 1894, por León XIII.
El 2 de febrero de 1876, Torres solicitó al arzobispado la aprobación de la Compañía de la Cruz, "una piadosa congregación de señoras". El arzobispo dio su aprobación el 5 de abril. En julio de 1876 la Santa Sede autorizó que celebrasen la misa y guardasen la Eucaristía en su casa de la Compañía de la Cruz y en cualquier otra que fundasen.
Ángela de la Cruz quería que la imagen de la Virgen María siempre tuviera flores. El convento tendría macetas de plantas con flores, pero solo para poder ponérselas a la Virgen María.
El marqués de Casa León y su esposa, vinculados a Torres, donaron a la Compañía una casa situada en la calle Lerena número 3, haciendo esquina con la plaza de San Martín. Ya se encontraban instaladas en este lugar el 11 de junio de 1876. Tras la desacralización de la Iglesia de Santa Lucía en 1868, la Virgen de la Salud fue trasladada a la Iglesia de San Julián. Torres consiguió que la Virgen de la Salud se trasladase a la casa de las hermanas de la Cruz.
El 2 de agosto de 1875 las cuatro hermanas salieron de la calle San Luis para ir a la Iglesia del Convento de Santa Paula, donde asistieron a una misa oficiada por Torres, comulgaron y se consagraron a Dios en el amor y servicio a los pobres. De esta forma, quedó constituida la Compañía de la Cruz con sor Ángela de la Cruz, sor Josefa, Juana María Castro con el nombre religioso de sor Sacramento, y sor Juana.
Las monjas realizaban obras de caridad con los pobres y visitas a los necesitados.
El 1 de octubre se trasladaron a una casa alquilada, el número 8 de la calle Hombre de Piedra. La casa fue bendecida por el párroco de San Lorenzo, el beato Marcelo Spínola y Maestre. En la Navidad de 1875 el arzobispo Luis de la Lastra y Cuesta dispuso que se vistiesen con hábito para exteriorizar sus votos. Este fue diseñado por Santa Ángela: de color marrón, con un escapulario de la misma tela, un cordón como el de los franciscanos, toca blanca y, como calzado, simples alpargatas.
La siguiente en unirse fue sor Ana. 56 Posteriormente se unieron a la Compañía Luisa Padilla, de la alta sociedad sevillana y directora de un colegio, y una de sus discípulas, Concepción Fernández, que pasó a tener el nombre religioso de sor Pura. Una de las hermanas que se unió posteriormente fue sor Adelaida de Jesús, que se curó de una tuberculosis que podría haberla matado, atribuyendo esto a la intercesión de fray Diego José de Cádiz. Este milagro de sanación sirvió para beatificar a Diego José de Cádiz en 1894, por León XIII.
El 2 de febrero de 1876, Torres solicitó al arzobispado la aprobación de la Compañía de la Cruz, "una piadosa congregación de señoras". El arzobispo dio su aprobación el 5 de abril. En julio de 1876 la Santa Sede autorizó que celebrasen la misa y guardasen la Eucaristía en su casa de la Compañía de la Cruz y en cualquier otra que fundasen.
Ángela de la Cruz quería que la imagen de la Virgen María siempre tuviera flores. El convento tendría macetas de plantas con flores, pero solo para poder ponérselas a la Virgen María.
El marqués de Casa León y su esposa, vinculados a Torres, donaron a la Compañía una casa situada en la calle Lerena número 3, haciendo esquina con la plaza de San Martín. Ya se encontraban instaladas en este lugar el 11 de junio de 1876. Tras la desacralización de la Iglesia de Santa Lucía en 1868, la Virgen de la Salud fue trasladada a la Iglesia de San Julián. Torres consiguió que la Virgen de la Salud se trasladase a la casa de las hermanas de la Cruz.