Día de la fiesta
La Fiesta de la Conversión de San Pablo Apóstol es una fiesta que se celebra durante el año litúrgico el 25 de enero, en la que se relata la conversión. Esta fiesta se celebra en las iglesias católica romana, anglicana y luterana. Esta fiesta es la conclusión del Octavario por la unidad de los cristianos, una celebración ecuménica cristiana internacional que comenzó en 1908, que es una octava (una celebración de ocho días) que abarca desde el 18 de enero (observada en la tradición anglicana y luterana como la Confesión de Pedro, y en la Iglesia católica romana anterior a 1961 como la fiesta de la Cátedra de San Pedro en Roma) hasta el 25 de enero. En la Inglaterra rural, el día funcionaba de forma muy parecida al día de la marmota en los Estados Unidos actuales. Las supuestas profecías iban desde días buenos que predecían buenas cosechas, hasta nubes y nieblas que significaban pestilencia y guerra en los meses venideros.
La colecta del Misal Romano es:
Oh Dios, que enseñaste al mundo entero
por la predicación del bienaventurado apóstol Pablo,
acércanos, te rogamos, a ti
por el ejemplo de aquel cuya conversión celebramos hoy,
y haznos así testigos de tu verdad en el mundo.
La Fiesta de la Conversión de San Pablo Apóstol es una fiesta que se celebra durante el año litúrgico el 25 de enero, en la que se relata la conversión. Esta fiesta se celebra en las iglesias católica romana, anglicana y luterana. Esta fiesta es la conclusión del Octavario por la unidad de los cristianos, una celebración ecuménica cristiana internacional que comenzó en 1908, que es una octava (una celebración de ocho días) que abarca desde el 18 de enero (observada en la tradición anglicana y luterana como la Confesión de Pedro, y en la Iglesia católica romana anterior a 1961 como la fiesta de la Cátedra de San Pedro en Roma) hasta el 25 de enero. En la Inglaterra rural, el día funcionaba de forma muy parecida al día de la marmota en los Estados Unidos actuales. Las supuestas profecías iban desde días buenos que predecían buenas cosechas, hasta nubes y nieblas que significaban pestilencia y guerra en los meses venideros.
La colecta del Misal Romano es:
Oh Dios, que enseñaste al mundo entero
por la predicación del bienaventurado apóstol Pablo,
acércanos, te rogamos, a ti
por el ejemplo de aquel cuya conversión celebramos hoy,
y haznos así testigos de tu verdad en el mundo.