Lapidación de Esteban
Tras esta afirmación, los sanedritas no pudieron contener su ira. No obstante, Esteban miró arriba y gritó al Sanedrín que veía el cielo abierto y al Hijo del Hombre (Jesús, recientemente ejecutado) sentado a la diestra de Dios. Esto fue una blasfemia tan grande para ellos que cogieron a Esteban, le condujeron a las afueras de la ciudad, a un lugar determinado, y lo lapidaron.
En aquella época los judíos permitían la pena de muerte por lapidación en caso de blasfemia. Los testigos, los cuales tenían el deber de tirar las primeras piedras, dejaron sus mantos en el suelo para poder hacerlo, a los pies de "un muchacho llamado Saulo", quien posteriormente sería conocido como el apóstol Pablo. Esteban oró a Dios para que recibiese su espíritu y para que perdonase a sus asesinos, se puso de rodillas y cayó muerto. Saulo aprobó la muerte de Esteban.
Tras esta afirmación, los sanedritas no pudieron contener su ira. No obstante, Esteban miró arriba y gritó al Sanedrín que veía el cielo abierto y al Hijo del Hombre (Jesús, recientemente ejecutado) sentado a la diestra de Dios. Esto fue una blasfemia tan grande para ellos que cogieron a Esteban, le condujeron a las afueras de la ciudad, a un lugar determinado, y lo lapidaron.
En aquella época los judíos permitían la pena de muerte por lapidación en caso de blasfemia. Los testigos, los cuales tenían el deber de tirar las primeras piedras, dejaron sus mantos en el suelo para poder hacerlo, a los pies de "un muchacho llamado Saulo", quien posteriormente sería conocido como el apóstol Pablo. Esteban oró a Dios para que recibiese su espíritu y para que perdonase a sus asesinos, se puso de rodillas y cayó muerto. Saulo aprobó la muerte de Esteban.