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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: El Vicariato...

El Vicariato

Cuando en el 379 Iliria fue separada del Imperio de Occidente, Dámaso actuó para salvaguardar la autoridad de la Iglesia romana dentro del imperio creando una vicaría apostólica y nombrando para ella a Ascolio, obispo de Tesalónica. Este fue el origen del Vicariato papal, que estuvo ligado a la Santa Sede durante un largo periodo de tiempo.​ Con su apoyo, continuó condenando otras conductas divergentes y, así, convocó el Concilio de Aquileya en el año 381, en el cual se condenó a Paladio y a Secundiano, obispos de la provincia de Llírico.

Un caso especial es el de Prisciliano, que fue condenado por el Concilio de Zaragoza en el 380. Considerado un hereje, su caso llamó la atención de Dámaso, quien trató en vano de liberarlo. Se sospecha que esta excepción se debe a que Dámaso era, por parte paterna, de origen gallego, al igual que Prisciliano.​

Mediante el decreto de Teodosio I, «De fide católica», se declaró al Cristianismo como la religión del Estado Romano, el 27 de febrero de 380, en concreto, en concreto el cristianismo predicado por san Pedro, de la cual Dámaso era cabeza suprema y, por lo tanto, primer beneficiario de dicho acto.​

Tras la muerte de Teodosio se produce la división del Imperio Romano. Para evitar la confrontación religiosa, la Iglesia Oriental recibió una gran ayuda económica y el apoyo de Dámaso contra el arrianismo a través de Basilio de Cesárea. Igualmente, Dámaso también envió legados al Concilio de Constantinopla en el año 381,​ y luego, con relación al Cisma Meletiano en Antioquía y, junto con Atanasio y Pedro de Alejandría, simpatizaron con el partido de Paulino que se postulaba como representante de la ortodoxia de Nicea.​

Dámaso siguió en su línea centralizando el poder eclesiástico bajo su figura, frente al poder imperial y político. Años después apoyó la petición de los senadores cristianos y del emperador Graciano ante los senadores no cristianos para retirar el Altar de la Victoria del Senado.