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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: Tradiciones sobre San Félix...

Tradiciones sobre San Félix

Son muchas las tradiciones sobre San Félix, todas ellas reflejadas en textos poéticos antiguos que relatan los orígenes de la Orden, pero con poco valor histórico. Una de las tradiciones más arraigadas es la que le hace pariente de Luis VII, de la casa de Valois, educado cerca de la abadía de Clairvaux, en la que posteriormente ingresaría como monje cisterciense, cambiando su nombre de Hugues por el de Félix. De Clairvaux saldría para vivir como ermitaño, primero en los Alpes y después en el desierto de Cerfroid, cerca de Meaux. Los estudiosos sobre la figura de San Félix (el padre Bernardino de la Santísima Trinidad es uno de los más importantes), consideran que la apropiación del patronímico de Valois buscaba el acercamiento a la casa real francesa, así como dar relevancia a los orígenes de la Orden Trinitaria, pero carece de realismo histórico.

La segunda tradición importante sobre San Félix tiene que ver con los meses que convivió con Juan de Mata en Cerfroid, mientras le ayudaba a discernir la voluntad de Dios y el lugar más adecuado para ello. Un día, mientras paseaba por el bosque de Cerfroid, pudo ver un gran ciervo que se acercaba a beber a un arroyo cercano, fijándose mejor descubrió que entre sus astas brillaba una cruz en forma griega, con el brazo horizontal en azul y, sobre él, el brazo vertical en rojo. Al comunicarlo a Juan de Mata ambos coincidieron en identificar esta señal como divina y usar esa extraña cruz bicolor como signo distintivo de los religiosos redentores. Esta tradición es la que sostiene la presencia de un ciervo con una cruz entre las astas en la iconografía trinitaria, así como a los pies de San Félix, a veces incluso de San Juan de Mata.

Hay una tercera tradición sobre San Félix. Mientras Juan de Mata extendía la Orden fundando nuevas casas, Félix quedaba en Cerfroid con los hermanos en oración y acogiendo pobres y cautivos en la Casa. La víspera de la fiesta de la Natividad de María, el 7 de septiembre, mientras la comunidad rezaba los maitines, los hermanos se quedaron dormidos, excepto Félix que mientras se lamentaba de tan grave falta, contempló asombrado cómo descendían del cielo decenas de ángeles que le acompañaron al instante en el canto de los maitines a la Virgen, y la mismísima Virgen María ocupaba su lugar en el sitial de la presidencia para dirigir la oración sálmica a Dios Trinidad. La Orden ha celebrado, hasta la reforma del calendario litúrgico realizada por Pablo VI, esta fiesta el día 7 de septiembre con gran boato. Aún en Granada es en esa fecha cuando se celebra la fiesta y salida procesional de Nuestra Señora de Gracia, que fuera imagen titular de la Casa de la Santísima Trinidad de los Trinitarios Descalzos en esa ciudad. En muchas casas se colocaba una imagen de la Virgen María, llamada del Coro, en el lugar de la presidencia, las monjas trinitarias contemplativas aún conservan esta tradición.