En América
Prácticamente en toda Iberoamérica se celebra la Noche de San Juan siguiendo las prácticas llevadas por los españoles y portugueses y otros migrantes europeos (principalmente italianos y alemanes), en ciertas zonas sincretizada con elementos indígenas e incluso afros. En los territorios donde la población de origen europeo es mayoritaria los rituales se asemejan más a los de Europa con menos influencia de las culturas indígenas.
Debido a que en el hemisferio sur, la mayor parte de Sudamérica se encuentra al sur de la línea ecuatorial, los días en torno al 21 de junio (solsticio de invierno austral) de la celebración son los más cortos del año. Por este motivo, la festividad mapuche llamada We Tripantu corresponde al año nuevo. Por lo general, se trata de una mezcla de celebraciones indígenas influenciadas por las costumbres cristiano-españolas, dando lugar a gran cantidad de ritos y tradiciones, como ver florecer a una higuera y esconder tres papas para conocer la suerte.
Prácticamente en toda Iberoamérica se celebra la Noche de San Juan siguiendo las prácticas llevadas por los españoles y portugueses y otros migrantes europeos (principalmente italianos y alemanes), en ciertas zonas sincretizada con elementos indígenas e incluso afros. En los territorios donde la población de origen europeo es mayoritaria los rituales se asemejan más a los de Europa con menos influencia de las culturas indígenas.
Debido a que en el hemisferio sur, la mayor parte de Sudamérica se encuentra al sur de la línea ecuatorial, los días en torno al 21 de junio (solsticio de invierno austral) de la celebración son los más cortos del año. Por este motivo, la festividad mapuche llamada We Tripantu corresponde al año nuevo. Por lo general, se trata de una mezcla de celebraciones indígenas influenciadas por las costumbres cristiano-españolas, dando lugar a gran cantidad de ritos y tradiciones, como ver florecer a una higuera y esconder tres papas para conocer la suerte.