ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: Origen de la devoción...

Origen de la devoción

En 1781, llegó una caja con reliquias no identificadas a un convento de monjas en París.​ Las reliquias se habían desenterrado de las catacumbas de la plaza Denfert-Rochereau. El remitente de la caja (desde la misma ciudad) había escrito sobre la caja «Spedito» (‘correo expreso’), probablemente para acelerar su envío. Las monjas supusieron que las reliquias pertenecían a un tal «san Spedito».

El Martirologio romano nombra efectivamente a un mártir desconocido llamado Expeditus:

En Melitene, en Turquía, del santo martirio de Hermágoras, Cayo, Expedito, Aristónico, Rufo y Gálata, todos los cuales el mismo día fueron coronados.

Melitinae, in Armenia, sanctorum Martyrum Hermogenis, Caji, Expediti, Aristonici, Rufi et Galatae, qüi omnes una díe sunt coronati.

Las monjas supusieron que este «santo Spedito» habría sido el mártir que aparecía en el Martirologio, oraron por su intercesión, y cuando sus oraciones​ se vieron rápidamente respondidas, la veneración de estos restos se expandió por toda Francia.