ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: singular y diferente, a menudo usando las invenciones...

singular y diferente, a menudo usando las invenciones más inhumanas que la tecnología nos ha puesto a nuestra disposición. Hay terrorismo en el mundo. Hay guerra. Porque las personas también tienen un lado animal que las induce a creer que conocer lo otro, lo extraño, es una amenaza para su existencia en vez de ser un misterio fascinante.

Así es como esta singularidad – la diferencias que todos podemos notar – desaparece dejando atrás una igualdad colectiva en donde cualquier cosa diferente es una amenaza que debe ser erradicada. Lo que es visto desde fuera como una diferencia, por ejemplo, en la religión o en la ideología política, se convierte en algo que debe ser derrotado y destruido.

La guerra es esa batalla en contra de lo que yace en lo más profundo de nuestro ser: algo único. Y también es esa batalla en contra del arte, en contra de lo que yace en lo más profundo de todo arte.

He estado hablando acá del arte en general, no acerca del teatro o de la dramaturgia en específico; pero esto a sido porque, como he venido diciendo, todo buen arte, en lo más profundo, gira en torno al mismo eje: tomar lo completamente único, lo totalmente específico y hacerlo universal. Uniendo lo particular con lo universal, expresándolo artísticamente: no eliminando su particularidad sino enfatizando su particularidad, permitiendo que lo que es extraño y desconocido brille claramente.

La guerra y el arte son opuestos, así como la guerra y la paz son opuestas – es así de simple. El arte es la paz.

Traducido por Alvaro Franco Rodríguez

RET Colombia – ITI Network for Higher Education in Performing Arts