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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: Biografía...

Biografía

Historiadores creen que su nombre Patricio era un apodo que le habían dado la iglesia tras volverse sacerdote siendo su nombre de nacimiento Maewyn Succat. También tanto la fecha como el lugar de nacimiento de Patricio son difíciles de determinar. Probablemente nació sobre el 389 d. C. y murió sobre el 461 d. C.​ Según sus propios escritos nació en una pequeña villula cercana al vicus de Bannavem Taberniae.​ Aunque era claramente un britano del norte, la localización exacta del lugar ha sido muy debatida.​ Probablemente se trate de una de las pequeñas poblaciones cercanas al muro de Adriano,​ y una de las interpretaciones más verosímiles es que se trataría de una propiedad situada unos veinticuatro kilómetros hacia el interior desde Carlisle (Luguvalium), cerca del fuerte romano de Birdoswald.

Patricio era hijo de Calpurnio, un diácono cristiano que también era decurión,​ un alto cargo militar, además de poseer tierras y disponer de servicio. Su abuelo, Potito, también era religioso y es presentado como presbítero. Fuentes posteriores informan que su madre se llamaba Concessa y que Patricio podría tener también de nacimiento nombres de raíz britónica: Magonus o Succetus.​

Cuando Patricio era todavía un adolescente, a la edad aproximada de 16 años (Conf., 1) fue hecho prisionero durante una incursión de piratas escotos, que también significó la destrucción de la casa de la familia (Epist., 10), siendo llevado a Irlanda y esclavizado.​ En sus escritos solo menciona un nombre de lugar que permita localizar la zona donde vivió en Irlanda: silva Flocuti, es decir, el 'bosque de Flocut', situado cerca del «mar occidental» (Conf., 23). Se han propuesto varias alternativas en las proximidades de la costa noroeste de Irlanda. Entre las que cuenta con un consenso más general está la zona antiguamente boscosa de Killala, en el condado de Mayo.​ En cualquier caso estuvo cautivo seis años sirviendo como pastor para su amo (Conf., 17), tiempo en el que dispuso de un maestro y muy probablemente aprendió a hablar irlandés,​ hasta que, según su relato, un sueño le anunció que su libertad estaba próxima y un barco le estaba esperando, por lo que decidió escapar y caminó unas doscientas millas (unos trescientos kilómetros). Esto situaría su destino en la costa sur de Irlanda, algo más coherente con sus explicaciones que un viaje hacia el oeste, es decir, en algún puerto situado entre Bantry y Wexford, donde efectivamente encontró un barco, cuyo capitán y tripulación eran paganos, quienes le admitieron, y, tras tres días de navegación, llegó a su destino.​

Dada la escasez de datos concretos que ofrece Patricio en su Confessio, la siguiente es la etapa de su itinerario que ha dado lugar a más interpretaciones contrapuestas. Su descripción supone que su regreso a Britania no fue inmediato, pues tres días parece un tiempo demasiado largo para la travesía del mar de Irlanda y además se sabe que los puertos del sur de Irlanda mantenían en la época un activo comercio con la Galia, por lo que su destino más probable parece el noroeste de la península de Bretaña.​ Existe una arraigada tradición que sitúa a Patricio visitando muy diferentes lugares, ya sea en la Galia, como Auxerre, o incluso más alejados, como el monasterio de Lérins en la isla Saint-Honorat, o la misma ciudad de Roma posteriormente durante su estudio como religioso.​ Su narración describe un itinerario de veintiocho días a través de tierras salvajes completamente desiertas hasta llegar a un lugar habitado (Conf., 22).​ La estancia inicial en la Galia se infiere, sin que se pueda descartar hasta qué punto tradiciones posteriores estén basadas en sucesos reales, del hecho de que es el único otro lugar mencionado explícitamente en sus escritos (Conf., 43 y Epist., 14),​ y también de que el latín que emplea parece presentar características que solo pueden haberse aprendido allí,​ aunque el argumento depende de la relación entre el latín hablado y el escrito por Patricio, que es el que conocemos, de lo prolongada que pudiera haber sido su estancia, así como de la persistencia del latín vulgar común en la Britania del siglo V.​ También es complicada la cronología, y el contexto de un viaje por tierras desérticas en el continente se ha intentado relacionar tanto con las invasiones que sufrió la Galia en el año 407, como con la rebelión de los armoricanos de Tibatto en 437.

Una vez de regreso en su casa, con poco más de veinte años, Patricio continuó estudiando el cristianismo, se trasladó a Auxerre, y visitó Tours y Lerins, siendo ordenado sacerdote por San Germán de Auxerre. Tras una visión, se decidió a regresar a Irlanda como misionero y se acabó convirtiendo en predicador del Evangelio en Irlanda, isla que en esos tiempos se encontraba dividida en numerosos clanes sometidos a la poderosa autoridad de los druidas. Se adaptó muy bien a las condiciones sociales del lugar, formando un clero local y varias comunidades cristianas, respetando las tradiciones y costumbres propias de sus habitantes. Se le conoce como el Apóstol de Irlanda, donde se creía que murió de vejez hacia el año 461 aunque análisis modernos sugieren una fecha posterior, hacia 493.