OFERTA LUZ: 5 Cts/kWh

ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: Pablo de Tarso...

Pablo de Tarso

Culto público
Canonización Culto inmemorial
Festividad
29 de junio, martirio, junto a san Pedro
25 de enero, conversión de san Pablo
10 de febrero, naufragio en la isla de Malta
18 de noviembre, dedicación de la Basílica de San Pablo Extramuros
Atributos Espada, carta o libro

Venerado en Iglesia católica, Iglesia ortodoxa, Comunión anglicana y algunas Iglesias protestantes

Patronazgo Roma, Grecia, Malta, Écija, Manta (Ecuador), Meoqui, teólogos y prensa católica

Santuario Basílica de San Pablo Extramuros, Roma

Información personal
Nombre Saulo de Tarso
Nacimiento ca. 5 a 10 d. C.
Tarso, Cilicia, Imperio romano
Fallecimiento ca. 67 d. C. (tradicional)
ca. 58 a 64 d. C. (historiografía moderna)
Roma, Imperio romano

Obras notables Epístolas paulinas

[editar datos en Wikidata]

Pablo de Tarso, de nombre judío Saulo de Tarso o Saulo Pablo,​ y más conocido como san Pablo (Tarso, Cilicia 5-10 d. C.​-Roma, 58-67), es llamado el «Apóstol de los gentiles», el «Apóstol de las naciones», o simplemente «el Apóstol».​ Fundador de comunidades cristianas, evangelizador en varios de los más importantes centros urbanos del Imperio romano tales como Antioquía, Corinto, Éfeso y Roma, y redactor de algunos de los primeros escritos canónicos cristianos —incluyendo el más antiguo conocido, la Primera epístola a los tesalonicenses—, Pablo constituye una personalidad de primer orden del cristianismo primitivo,​ y una de las figuras más influyentes en toda la historia del cristianismo.

Del análisis de sus epístolas auténticas, surge que Pablo de Tarso reunía en su personalidad sus raíces judías, la gran influencia que sobre él tuvo la cultura helénica y su reconocida interacción con el Imperio romano, cuya ciudadanía —en el decir del libro de los Hechos de los Apóstoles— ejerció. Pablo se sirvió de este conjunto de condiciones para fundar varios de los primeros centros cristianos y para anunciar la figura de Jesucristo tanto a judíos como a gentiles. Sin haber pertenecido al círculo inicial de los Doce Apóstoles, y recorriendo caminos marcados por incomprensiones y adversidades, Pablo se constituyó en artífice eminente en la construcción y expansión del cristianismo en el Imperio romano, merced a su talento, a su convicción y a su carácter indiscutiblemente misionero.​​ Su pensamiento conformó el llamado cristianismo paulino, una de las cuatro corrientes básicas del cristianismo primitivo que terminaron por integrar el canon bíblico.​

De las llamadas epístolas paulinas, la Epístola a los romanos, la Primera y la Segunda epístola a los corintios, la Epístola a los gálatas, la Epístola a los filipenses, la Primera epístola a los tesalonicenses y la Epístola a Filemón tienen en Pablo de Tarso su autor prácticamente indiscutido. Ellas son, junto con el libro de los Hechos de los Apóstoles, las fuentes primarias independientes cuyo exhaustivo estudio científico-literario permitió fijar algunas fechas de su vida, establecer una cronología relativamente precisa de su actividad, y una semblanza bastante acabada de su apasionada personalidad.​ Sus escritos, de los que han llegado a la actualidad copias tan antiguas como el papiro datado de los años 175-225, fueron aceptados unánimemente por todas las Iglesias cristianas. Su figura, asociada con la cumbre de la mística experimental cristiana, resultó inspiradora en artes tan diversas como la arquitectura, la escultura, la pintura, la literatura, y la cinematografía y es para el cristianismo, ya desde sus primeros tiempos, una fuente ineludible de doctrina y de espiritualidad.