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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: Devoción...

Devoción

Numerosos santos y beatos portaron la Medalla Milagrosa. San Juan María Vianney hizo representar el reverso sobre la puerta del sagrario de una capilla dedicada a la Virgen, a la que dedicó una parroquia en 1836. San Juan Gabriel Perboyre, primer santo de China, quien murió martirizado en 1839, dejó constancia en sus cartas de numerosos milagros atribuidos a la medalla. Beato Federico Ozanam, fundador de las Conferencias de San Vicente de Paúl, la llevaba siempre consigo, como también santa Bernardita Soubirous o santa Teresa de Lisieux. El anglicano san John Henry Newman la llevaba consigo cuando se convirtió al catolicismo, al igual que Alfonso de Ratisbona, a quien la Virgen se apareció en Roma del mismo modo en que figura en la medalla. San Maximiliano Kolbe, fundador de la Milicia de La Inmaculada, solía decir que las medallas eran su «munición» cuando las repartía.​ Santa Teresa de Calcuta propagaba frecuentemente la devoción a la Medalla Milagrosa, mientras que el papa Juan Pablo II empleó una pequeña variante del reverso de la medalla como escudo de armas (la cruz mariana, consistente en una cruz plana con una M bajo el extremo derecho, representativo de la presencia de la Virgen a los pies de la cruz cuando Jesús murió crucificado). Así mismo, la doctrina de la Inmaculada Concepción aún no era oficial cuando tuvieron lugar las apariciones, si bien las palabras «sin pecado concebida» de la medalla influyeron en el papa Pío IX al proclamar el dogma de la Inmaculada Concepción el 8 de diciembre de 1854. Posteriormente, el papa Pío X aprobaría la Asociación de la Medalla Milagrosa.