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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: No «órganos» sino «instrumentos de tortura»...

No «órganos» sino «instrumentos de tortura»

En realidad los códices más antiguos no dicen canentibus organis (canentibus como sinónimo de cantantibus), sino candentibus organis, Caecilia virgo. Los «órganos» no serían «instrumentos musicales», sino «instrumentos incandescentes» (instrumentos de tortura), y la antífona describiría que Cecilia, «entre las herramientas candentes, cantaba a su único Señor en su corazón». La antífona no se referiría al banquete nupcial, sino más bien al momento del martirio.​ No obstante, el Padre Juan Croisset en su Año Cristiano, interpretó que lo dicho por la santa hacía más referencia a su dolor antes de la boda. Mientras se realizaban las fiestas previas a la boda, ella hacía mortificaciones con cilicio y súplicas al Señor en su interior. Y "mientras sonaban los instrumentos en la casa de sus padres", ella (podría que se entiende mejor como "por el contrario" a todo ese festejo), dirigía su oración y suplicaba: "Una gracia os pido, dulcísimo Jesús mío, y es que ni mi corazón ni mi cuerpo pierdan jamás ni una parte de su entereza: no sea frustrada yo de este favor que espero de tu poder", pues deseaba que, o bien el trato matrimonial fuera eliminado, o bien que preservara su virginidad intacta.