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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: ¿Qué significa que Dios sea una “Trinidad”?...

¿Qué significa que Dios sea una “Trinidad”?

El Catecismo en sus párrafos 253-255 lo explica de la siguiente manera:

La Trinidad es una. No confesamos tres dioses sino un solo Dios en tres personas: "la Trinidad consubstancial". Las personas divinas no se reparten la única divinidad, sino que cada una de ellas es enteramente Dios: "El Padre es lo mismo que es el Hijo, el Hijo lo mismo que es el Padre, el Padre y el Hijo lo mismo que el Espíritu Santo, es decir, un solo Dios por naturaleza". "Cada una de las tres personas es esta realidad, es decir, la substancia, la esencia o la naturaleza divina" (Concilio de Letrán IV, año 1215).

Las Personas divinas son realmente distintas entre sí. "Dios es único pero no solitario". "Padre", "Hijo", Espíritu Santo" no son simplemente nombres que designan modalidades del ser divino, pues son realmente distintos entre sí: "El que es el Hijo no es el Padre, y el que es el Padre no es el Hijo, ni el Espíritu Santo el que es el Padre o el Hijo". Son distintos entre sí por sus relaciones de origen: "El Padre es quien engendra, el Hijo quien es engendrado, y el Espíritu Santo es quien procede". La Unidad divina es Trina.

Las Personas divinas son relativas unas a otras. La distinción real de las Personas entre sí, porque no divide la unidad divina, reside únicamente en las relaciones que las refieren unas a otras: "En los nombres relativos de las personas, el Padre es referido al Hijo, el Hijo lo es al Padre, el Espíritu Santo lo es a los dos; sin embargo, cuando se habla de estas tres Personas considerando las relaciones se cree en una sola naturaleza o substancia". En efecto, "en Dios todo es uno, excepto lo que comporta relaciones opuestas". "A causa de esta unidad, el Padre está todo en el Hijo, todo en el Espíritu Santo; el Hijo está todo en el Padre, todo en el Espíritu Santo; el Espíritu Santo está todo en el Padre, todo en el Hijo".

“El cristiano recibe sabiduría divina de tres maneras: a través de los mandamientos, las enseñanzas y la fe. Los mandamientos liberan la mente de las pasiones. Las enseñanzas la llevan al verdadero conocimiento de la naturaleza. La fe la lleva a la contemplación de la Santísima Trinidad.” – San Máximo el Confesor (ca. 650)