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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: El metanol...

El metanol

La dosis letal mediana (DL50) del etanol en ratas es de 10 300 mg/kg.​ Otros alcoholes son significativamente más tóxicos que el etanol, en parte porque tardan mucho más en ser metabolizados y en parte porque su metabolización produce sustancias (metabolitos) que son aún más tóxicas. El metanol (alcohol de madera), por ejemplo, es oxidado en el hígado, con lo que se forma la sustancia venenosa formaldehído por la enzima alcohol deshidrogenasa. Esto puede provocar ceguera o la muerte.​ Un tratamiento eficaz para evitar la intoxicación por formaldehído tras ingerir metanol es administrar etanol. La enzima alcohol deshidrogenasa tiene una mayor afinidad por el etanol. De esta forma se evita que el metanol se una y sirva de sustrato. Así pues, el resto de metanol tendrá tiempo de ser excretado por los riñones. El formaldehído que quede será convertido en ácido fórmico y después excretado.​

El metanol en sí, a pesar de ser venenoso, tiene un efecto sedante mucho menos potente que el etanol. Algunos alcoholes de cadena larga como por ejemplo el n-propanol, el isopropanol, el n-butanol, el t-butanol y el 2-metil-2-butanol sí tienen efectos sedantes más potentes, aunque también son más tóxicos que el etanol. Estos alcoholes de cadena larga se encuentran como contaminantes en algunas bebidas alcohólicas y son conocidos como alcoholes de fusel,​ y tienen la reputación de causar una resaca grave, aunque no está claro si los alcoholes de fusel son la auténtica causa.​ Muchos alcoholes de cadena larga son utilizados por la industria como disolventes,​ y a veces están detrás de una variedad de problemas de salud asociados al alcoholismo.​ Aunque el mecanismo no está claro, un metaanálisis de 572 estudios han demostrado un aumento del riesgo de cáncer asociado al consumo de alcohol.