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Artículo principal: Virgen del Carmen de Chile

Virgen del Carmen de La Tirana

En La Tirana, pueblo en el interior de Iquique, cada 16 de julio los fieles peregrinan hacia el santuario, donde se celebra con mayor devoción a esta advocación mariana. En este poblado se cuenta el relato fundante referido a la india ñusta (princesa) Huillac:

En el otoño de 1535, salió del Cusco rumbo a Chile el conquistador Diego de Almagro con unos 500 españoles y diez mil indígenas. Entre ellos llevaba, como rehenes, a Huillac Huma, último sumo sacerdote del culto al sol, y a su hija de 23 años, la ñusta Huillac. La joven logró huir y se refugió con algunos seguidores en un oasis de la Pampa del Tamarugal. Ejecutaba sin piedad a todo extranjero o indígena bautizado que cayera en sus manos y la llamaban «la Tirana del Tamarugal». Un día apareció un joven muy apuesto, Vasco de Almeida. La ñusta se enamoró perdidamente e inventó la forma de demorar su muerte. Vasco le trasmitió la fe cristiana y su devoción al Carmelo, y tal fue el amor entre ellos, que la ñusta al preguntarle si era cierto que había un Dios supremo que daba vida eterna después de la muerte, asintiendo este, pidió que le bautizara, y en ese momento, cuando sus seguidores descubrieron su traición, los mataron a ambos bajo una lluvia de flechas, derramando la sangre sobre esas tierras. Años más tarde, un evangelizador español, fray Antonio Rondón, descubrió entre las ramas de tamarugos una tosca cruz de madera. Enterado de la tragedia, levantó en el lugar una capilla en honor a la Virgen del Carmen.

Desde entonces se celebra la fiesta en julio, comenzando el día 10 y finalizando el día 17, cuando la imagen de la virgen es subida a su camerino. Estos días están marcados por la llegada de peregrinos que danzan a la imagen de la virgen —bailes como la diablada, las cuyacas, el baile chino, etc.— durante diez días danzando día y noche.

El día 15 se realiza la solemne eucaristía de vísperas en la plaza del santuario, donde se espera el 16 de julio con fuegos artificiales, congregando de esta manera a más de doscientos mil peregrinos que cantan y bailan.

El día 16 la imagen de la virgen es bajada desde lo más alto del santuario con el canto del himno de Chile hasta los miles de fieles que están reunidos en la explanada, donde se da inicio a la solemne eucaristía del día de la fiesta. Tras finalizar la eucaristía, los peregrinos se reúnen en el santuario para celebrar la multitudinaria procesión de la fiesta, donde las imágenes de la virgen, san José y Jesús Nazareno son sacadas a pasear por las calles de La Tirana durante más de ocho horas. Luego en la noche, en la explanada del santuario, todos se reúnen para esperar la llegada de la procesión con las imágenes para despedirse de ellas.

El día 17 por la mañana, se realiza la procesión alrededor del santuario y cerca del mediodía se oficia la solemne eucaristía de despedida, cuando la imagen de la virgen es subida a su camerino con las cintas tricolores que repletan el santuario.

Llegada de la devoción a Santiago

Cuando llegaron los frailes de la orden de san Agustín a Chile en 1595, iniciaron la propagación de la Virgen del Carmen y crearon varios años más tarde su primera cofradía. Su imagen es usada como patrona del Ejército Libertador de Argentina y Chile. El 5 de diciembre de 1811 se celebró una misa de acción de gracias por orden de José Miguel Carrera y Bernardo O'Higgins en nombre de la Virgen, mientras que el 5 de enero de 1817 fue José de San Martín quien la declaró oficialmente «Patrona del Ejército de los Andes», colocando el bastón de mando en la mano derecha de la imagen religiosa. En las vísperas de la batalla de Chacabuco, O'Higgins proclamó «Patrona y Generala de las Armas Chilenas» a la Virgen del Carmen.

Ante el inminente desenlace final de la guerra de independencia tras diversas victorias realistas, cuyas tropas se acercaban a Santiago, se realizaron oraciones en la catedral de la ciudad orando por la victoria de las tropas patriotas. Allí, O'Higgins, director supremo del país, prometió la construcción de un templo en honor a la Virgen en aquel lugar donde se asegurase la independencia de Chile:
En el mismo sitio donde se dé la batalla y se obtenga la victoria, se levantará un Santuario a la Virgen del Carmen, Patrona y Generala de los Ejércitos de Chile, y los cimientos serán colocados por los mismos magistrados que formulen este voto, en el mismo lugar de su misericordia, que será el de su gloria.
La victoria patriota en la batalla de Maipú, el 5 de abril de 1818, aseguró la independencia chilena y, cumpliendo con su promesa, O'Higgins ordenó la construcción del Templo Votivo en la actual comuna de Maipú. Su festividad, el 16 de julio, es celebrada en el país desde 2007, reemplazando el feriado de Corpus Christi.

Consagración

El 3 de abril de 1987, Chile fue consagrado a la Virgen del Carmen por san Juan Pablo II en el Santuario Nacional de Maipú.