Entrenamientos aeróbicos
Incluso las personas con dificultades motoras para caminar o subir escaleras pueden hacer ejercicio aeróbico. Durante su práctica, el organismo quema hidratos y grasas para obtener energía, y esto, entre otros beneficios, activa el sistema cardiovascular. Son ejercicios aeróbicos aquellos de media o baja intensidad y de larga duración, como ir en bici, caminar... Y aunque parezca lo contrario, no son incompatibles con la falta de movilidad. Por ejemplo, una persona con movilidad reducida puede:
- Utilizar una bicicleta de manos, en la que uno se desplaza sentado con la fuerza de sus brazos.
- Bailar. Aunque no sea posible "mover la tibia y el peroné", sí se pueden agitar los brazos, los hombros, la espalda, el pecho, la cabeza... al ritmo de la música.
- En caso de estar en silla de ruedas, dar un paseo sin ayuda para mover la silla.
- Hacer media hora de gimnasia al día, si es posible, con pesas y bandas elásticas.
- Practicar gimnasia acuática y nadar (siempre y cuando las condiciones actuales derivadas del Coronavirus lo permitan siguiendo estrictas medidas de seguridad). Muchos gimnasios ofrecen clases de aquadynamic, aquafitness, aquagym, incluso hay actividades específicas para mayores: dado que en el agua se pesa menos, se reduce el riesgo de lesiones y es una forma estupenda de paliar dolencias musculares, articulares... y de llevar a cabo la rehabilitación pautada por el médico o el fisioterapeuta. Nadar también es un magnífico ejercicio, las piscinas cuentan con sillas o plataformas para hacerlas accesibles a quienes tienen reducida su movilidad.
- Ayudarse de las nuevas tecnologías. Internet está lleno de asombrosas tablas de ejercicios del tipo "ponte en forma desde tu asiento" o "gimnasia para hacer sin moverse de la silla", en algunos casos, con coreografías muy movidas para combinar lo aeróbico con lo anaeróbico (ejercicios intensos de corta duración que elevan el ritmo cardiaco). Se pueden buscar y sentarse delante del ordenador o Tablet a practicar.
Incluso las personas con dificultades motoras para caminar o subir escaleras pueden hacer ejercicio aeróbico. Durante su práctica, el organismo quema hidratos y grasas para obtener energía, y esto, entre otros beneficios, activa el sistema cardiovascular. Son ejercicios aeróbicos aquellos de media o baja intensidad y de larga duración, como ir en bici, caminar... Y aunque parezca lo contrario, no son incompatibles con la falta de movilidad. Por ejemplo, una persona con movilidad reducida puede:
- Utilizar una bicicleta de manos, en la que uno se desplaza sentado con la fuerza de sus brazos.
- Bailar. Aunque no sea posible "mover la tibia y el peroné", sí se pueden agitar los brazos, los hombros, la espalda, el pecho, la cabeza... al ritmo de la música.
- En caso de estar en silla de ruedas, dar un paseo sin ayuda para mover la silla.
- Hacer media hora de gimnasia al día, si es posible, con pesas y bandas elásticas.
- Practicar gimnasia acuática y nadar (siempre y cuando las condiciones actuales derivadas del Coronavirus lo permitan siguiendo estrictas medidas de seguridad). Muchos gimnasios ofrecen clases de aquadynamic, aquafitness, aquagym, incluso hay actividades específicas para mayores: dado que en el agua se pesa menos, se reduce el riesgo de lesiones y es una forma estupenda de paliar dolencias musculares, articulares... y de llevar a cabo la rehabilitación pautada por el médico o el fisioterapeuta. Nadar también es un magnífico ejercicio, las piscinas cuentan con sillas o plataformas para hacerlas accesibles a quienes tienen reducida su movilidad.
- Ayudarse de las nuevas tecnologías. Internet está lleno de asombrosas tablas de ejercicios del tipo "ponte en forma desde tu asiento" o "gimnasia para hacer sin moverse de la silla", en algunos casos, con coreografías muy movidas para combinar lo aeróbico con lo anaeróbico (ejercicios intensos de corta duración que elevan el ritmo cardiaco). Se pueden buscar y sentarse delante del ordenador o Tablet a practicar.