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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: Perdonar y olvidar...

Perdonar y olvidar

Si bien el acto de perdonar consiste en una decisión, la acción de olvidar, en cambio, tiene lugar en el ámbito de la memoria, que no responde directamente a los mandatos de la voluntad. Yo puedo decidir olvidar una ofensa, pero no lo consigo. La ofensa sigue ahí, en el archivo de la memoria, a pesar del mandato voluntario. Lo primero que esto me dice es que olvidar no es lo mismo que perdonar. El perdón puede ser compatible con el recuerdo de la ofensa. Una señal elocuente de que se ha perdonado, aunque no se haya podido olvidar, es que el recuerdo de la ofensa no afecta en el modo de conducirse con el perdonado, a quien tratamos como si hubiéramos olvidado. El verdadero perdón exige obrar de este modo, porque el verdadero amor "no lleva cuentas del mal" (83).

En cambio, la expresión «perdono pero no olvido» significa que, en el fondo, no quiero olvidar la ofensa, que equivale a no querer perdonar. ¿Por qué? Cuando se perdona, se cancela la deuda del ofensor, lo cual es incompatible con la intención de retenerla, de no querer olvidarla. En consecuencia, si bien no podemos identificar el perdón con el hecho de olvidar el agravio, sí se puede afirmar que perdonar es querer olvidar.