Tras recordar que dentro de una semana es Navidad, el Papa propone a los fieles presentes en el Aula Pablo VI que se pregunten cómo se están preparando “para la fiesta del Festejado” y explica un “modo simple pero eficaz” para hacerlo: “hacer el pesebre”. Francisco afirma que él también este año “ha seguido este camino”, visitando la ciudad de Greccio en donde San Francisco realizó el primer belén y que también, en esa ocasión escribió una carta para recordar el significado de esta tradición. Hacer el pesebre, precisa a continuación el Obispo de Roma, “es celebrar la cercanía de Dios”, que se hizo hombre, “un niño”, que “siempre ha estado cerca de su pueblo”:
“El pesebre es un Evangelio vivo, no lo olvidemos, que nos recuerda que Dios se ha hecho hombre. Es bonito detenerse delante del nacimiento y confiar al Señor las personas, las situaciones, las preocupaciones que llevamos dentro”.
“El pesebre es un Evangelio vivo, no lo olvidemos, que nos recuerda que Dios se ha hecho hombre. Es bonito detenerse delante del nacimiento y confiar al Señor las personas, las situaciones, las preocupaciones que llevamos dentro”.