a) adquirir un conocimiento completo y exacto de la doctrina de la Iglesia sobre la Virgen María, que les permita discernir la devoción verdadera de la falsa, y la doctrina auténtica de sus deformaciones por exceso o por defecto; y sobre todo que les abra el camino para completar y comprender la suma belleza de la gloriosa Madre de Cristo;