2. Madre dolorosa, María Virgen Fiel,
atravesó una espada tu amoroso corazón.
Tu vida fue constante alegría y dolor.
Cristo crucificado murió por mis pecados
y fue al pie de la cruz donde nos diste a luz.
Madre buena, acércame al Reconciliador
ten piedad de mí que soy un pobre pecador.
En las penas y alegrías, en el gozo y el dolor,
como Tú, digo yo: «Fiat al Señor».
atravesó una espada tu amoroso corazón.
Tu vida fue constante alegría y dolor.
Cristo crucificado murió por mis pecados
y fue al pie de la cruz donde nos diste a luz.
Madre buena, acércame al Reconciliador
ten piedad de mí que soy un pobre pecador.
En las penas y alegrías, en el gozo y el dolor,
como Tú, digo yo: «Fiat al Señor».