Reproducción: En la práctica se utiliza el esquejado o reproducción vegetativa. Se separan de la masa principal unos cuantos filamentos o una 'bola' que puede ser replantada en el mismo o diferente recipiente, ligeramente 'embutida', en la arena del fondo, cerca de alguna roca o madera en la que se enroscará como la hiedra. Es importante no replantar en agua nueva, ya que la concentración alta de cloro puede matarla. Crece muy bien sobre cáscaras de coco, maderas fósiles y rocas volcánicas o silíceas.