Como es?
Esta raza de pelo largo, atesora, a nuestro ju; cio, las mejores cualidades morfológicas y psíquicas de los curiosos boyeros tricolores suizos. Son animales grandes, fuertes, de unos 40 kg de peso, con una alzada variable entre 64-70 cm para los machos y algo menos en las hembras. La cabeza, maciza, de cráneo plano, tiene stop poco marcado, hocico largo rematado en trufa prominente, con mandíbulas potentes dotadas de magnífica dentadura. Los ojos, almendrados, muy oscuros, son brillantes y de expresión dulce. Las orejas nacen altas, son relativamente cortas y cuelgan a los lados en forma de 'V'. El cuello, no muy largo, es fuerte, muy musculado, y se ensancha al unirse con un tronco poderoso, ligeramente más largo que la altura a la cruz. El tórax, ancho y profundo, se arquea armónicamente en las costillas. El lomo, recto y ancho, termina en grupa rotunda suavemente redondeada. El vientre es recogido, sin llegar a retraerse exageradamente. Las extremidades anteriores, de hombros fuertes y antebrazos robustos, correctamente angulados, son largas y perfectamente verticales. El par posterior, también muy perpendicular, tiene osamenta recia y muslos musculados con corvejones angulosos bien anchos. Los pies son recios, recogidos, altos y redondeados. La cola, gruesa caída, está abundantemente cubierta de pelo y nunca debe enrollarse. La capa está formada por un pelo largo, liso, de aspecto lanoso en color negro lustroso con manchas simétricas, fuego o rojo ciervo en extremidades, pecho, hocico y cejas, así como placas blancas en lista central sobre la frente, hocico, pecho y pies, que estarán perfectamente dibujadas y nítidamente marcadas y que caracterizan a los boyeros sulzos. Procede seguramente de los legendarios mastines tibetanos difundidos en Europa por las legiones romanas, habiendo sido tradicionalmente cuidado en los cantones suizos cercanos a los Alpes.
Esta raza de pelo largo, atesora, a nuestro ju; cio, las mejores cualidades morfológicas y psíquicas de los curiosos boyeros tricolores suizos. Son animales grandes, fuertes, de unos 40 kg de peso, con una alzada variable entre 64-70 cm para los machos y algo menos en las hembras. La cabeza, maciza, de cráneo plano, tiene stop poco marcado, hocico largo rematado en trufa prominente, con mandíbulas potentes dotadas de magnífica dentadura. Los ojos, almendrados, muy oscuros, son brillantes y de expresión dulce. Las orejas nacen altas, son relativamente cortas y cuelgan a los lados en forma de 'V'. El cuello, no muy largo, es fuerte, muy musculado, y se ensancha al unirse con un tronco poderoso, ligeramente más largo que la altura a la cruz. El tórax, ancho y profundo, se arquea armónicamente en las costillas. El lomo, recto y ancho, termina en grupa rotunda suavemente redondeada. El vientre es recogido, sin llegar a retraerse exageradamente. Las extremidades anteriores, de hombros fuertes y antebrazos robustos, correctamente angulados, son largas y perfectamente verticales. El par posterior, también muy perpendicular, tiene osamenta recia y muslos musculados con corvejones angulosos bien anchos. Los pies son recios, recogidos, altos y redondeados. La cola, gruesa caída, está abundantemente cubierta de pelo y nunca debe enrollarse. La capa está formada por un pelo largo, liso, de aspecto lanoso en color negro lustroso con manchas simétricas, fuego o rojo ciervo en extremidades, pecho, hocico y cejas, así como placas blancas en lista central sobre la frente, hocico, pecho y pies, que estarán perfectamente dibujadas y nítidamente marcadas y que caracterizan a los boyeros sulzos. Procede seguramente de los legendarios mastines tibetanos difundidos en Europa por las legiones romanas, habiendo sido tradicionalmente cuidado en los cantones suizos cercanos a los Alpes.