Los huesos, muy adecuados para perros de gran tamaño, favorecen la ingestión de principios carbonados ricos en fósforo y son muy apreciados por casi todas las razas caninas Sin embargo, es fundamental recordar la absoluta contraindicación de la administración de huesos de ave o de ovino, fácilmente astillables, que puedan producir lesiones internas e incluso perforaciones digestivas en los perros.