La correa o traílla que puede engancharse al collar es válida para ejemplares muy bien enseñados o que pertenezcan a razas particularmente adiestrables como los diferentes tipos de siamés, pero generalmente no suelen ser válidas para pasear a nuestros gatos, que prefieren vagabundear a sus anchas explorando ese entorno fascinante anejo a su vivienda. En cualquier caso, la 'correa' será delgada, resistente,
preferiblemente de cuero redondeado, que permita la máxima movilidad del animal e incluso su salto a nuestros brazos, si se encuentra en peligro o se asusta, tendrá una longitud media que impida tirones bruscos, pero que posibilite una evolución mínima del gato a nuestro alrededor.
preferiblemente de cuero redondeado, que permita la máxima movilidad del animal e incluso su salto a nuestros brazos, si se encuentra en peligro o se asusta, tendrá una longitud media que impida tirones bruscos, pero que posibilite una evolución mínima del gato a nuestro alrededor.