Por otra parte, si nuestro gato efectúa excursiones por el jardín, bien que no tenga nunca la idea de abandonarnos, su comportamiento de cazador le llevará a capturar y matar pajarillos o roedores silvestres que tal vez no deseemos tengan tan cruel final. El remedio más sencillo es adosar al collar un cascabel, que avisa a sus posibles presas, advirtiéndolas del peligro que corren. También sirve a sus propietarios para localizar por el 'tintineo' la ubicación del minino, que, a veces, se introduce en lugares de los que no sabe salir, facilitando su rescate y recuperación.