La especial idiosincrasia de estos felinos y su habitual 'despego' de sus propietarios puede llevarles a vagabundear lejos del hogar y afincarse en el jardín o patio de otra persona que, regularmente, les ofrezca alimento y caricias. Ejemplares valiosos intrínsecamente o por el cariño que les tenga su amo, podrán ser recuperados al avisar telefónica o epistolarmente el eventual nuevo cuidador a su legítimo dueño, cuando observe la placa grabada.