El apareamiento
Debemos insistir en la conveniencia de no permitir las relaciones en ejemplares jóvenes (doce meses para los machos y nueve o diez en las hembras), así como la buena práctica de aparear ejemplares jóvenes o primerizos con parejas de cierta experiencia, regla válida para machos y hembras.
Debemos insistir en la conveniencia de no permitir las relaciones en ejemplares jóvenes (doce meses para los machos y nueve o diez en las hembras), así como la buena práctica de aparear ejemplares jóvenes o primerizos con parejas de cierta experiencia, regla válida para machos y hembras.