- ¿Que un pez se ha reído? -preguntó asombradísimo el Rajá-. ¡Eso es completamente imposible!
- ¡No estoy loca! Digo lo que he visto con mis propios ojos, y oído con mis propias orejas.
-Pues es muy extraño. Haré averiguaciones.
A la mañana siguiente, el Rajá contó a su Gran Visir lo que le había ocurrido a su esposa, y le ordenó que investigase hasta descubrir la verdad de todo ello. De no hacerlo así antes de seis meses, le haría decapitar.
- ¡No estoy loca! Digo lo que he visto con mis propios ojos, y oído con mis propias orejas.
-Pues es muy extraño. Haré averiguaciones.
A la mañana siguiente, el Rajá contó a su Gran Visir lo que le había ocurrido a su esposa, y le ordenó que investigase hasta descubrir la verdad de todo ello. De no hacerlo así antes de seis meses, le haría decapitar.