Mbombo volvió a vomitar, y esta vez salieron de su boca árboles y animales, y otras muchas cosas: la primera mujer, el leopardo, el águila, las estrellas fugaces, el yunque, el rayo, el cuchillo y la medicina. De todos ellos, el único que ocasionaba problemas era el rayo. Tenía tan mal carácter y provocaba tantos contratiempos, que Mbombo acabó desterrándolo al cielo, donde vive en la actualidad.