ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: – ¡Qué vida tan aburrida! – se quejaba el príncipe...
– ¡Qué vida tan aburrida! – se quejaba el príncipe sentado en su inmensa mecedora – No soporto esto de ser un príncipe. Quiero crecer ya y convertirme en rey para hacer todo cuanto quiera.