A Bobby y a Betty les encantaba jugar a profes. “Jo”, dijo Betty, “una clase de uno es muy muy pequeña. Me encantaría que hubiera alguien más, Bobby”. Bobby estaba en la ventana. “Date la vuelta tres veces y tu deseo se cumplirá”, dijo. Betty corrió hacia la ventana. Ruth y Jimmie subían por el camino. Betty salió corriendo a su encuentro. “ ¿Os podéis quedar toda la tarde?”, les preguntó. Ruth respondió que sí. “Ahora podemos jugar a profes”, dijo Bobby. “Y tú puedes ser la profesora, Ruth”, añadió Betty.