-El oso tenía razón cuando dijo que el Hombre tenía que andar sobre las patas traseras. Eso significa que podrá alcanzar los árboles. El ciervo estaba en lo cierto al decir que el Hombre debía tener buen oído y buena vista. Pero si el Hombre tuviera alas, como propuso la lechuza, se daría de cabeza contra el cielo. La única parte de pájaro que necesita son las largas garras del águila. Creo que las llamaré dedos. Y el león acertó al decir que el Hombre tenía que tener una voz muy fuerte, pero al mismo tiempo debe tener una voz débil, para que no asuste tanto. Creo que el Hombre debería ser suave como el pez, que no tiene pelos que le den calor ni picores. Pero lo más importante -concluyó Coyote- ¡es que el Hombre debe ser más listo y más astuto que todos vosotros!