susurró otro gnomo y empujó una salchicha caliente hasta la nariz del oso.
¡RRRAAAAUUUUUUUUGGGÜ! El oso blanco salió furioso de debajo de la mesa, agarró al gnomo y lo lanzó por la puerta abierta a la nieve.
No se puede describir la mirada de los gnomos cuando vieron lo grande que era realmente “el gatito”. Saltaron por las ventanas, treparon por las paredes y salieron por la chimenea. El oso los persiguió fuera de la cabaña y a través de la nieve hasta las montañas.
¡RRRAAAAUUUUUUUUGGGÜ! El oso blanco salió furioso de debajo de la mesa, agarró al gnomo y lo lanzó por la puerta abierta a la nieve.
No se puede describir la mirada de los gnomos cuando vieron lo grande que era realmente “el gatito”. Saltaron por las ventanas, treparon por las paredes y salieron por la chimenea. El oso los persiguió fuera de la cabaña y a través de la nieve hasta las montañas.