Lenguas contra orejas
Había una vez en una tierra muy lejana una bruja que era terriblemente mala. Una noche que estaba la bruja en su cueva pensado que hacer para molestar a los vecinos del pueblo, se le ocurrió el malvado plan de robar mientras dormían las lenguas de todos y aplicarles un hechizo, que hacía que sólo pudieran hablar de las cosas malas de todos los demás vecinos y que criticaran continuamente lo que hacían o decían. Cuando hubo acabado el hechizo, se las devolvió con mucho cuidado de que no despertaran a sus dueños sin que estos se dieran cuenta.
Había una vez en una tierra muy lejana una bruja que era terriblemente mala. Una noche que estaba la bruja en su cueva pensado que hacer para molestar a los vecinos del pueblo, se le ocurrió el malvado plan de robar mientras dormían las lenguas de todos y aplicarles un hechizo, que hacía que sólo pudieran hablar de las cosas malas de todos los demás vecinos y que criticaran continuamente lo que hacían o decían. Cuando hubo acabado el hechizo, se las devolvió con mucho cuidado de que no despertaran a sus dueños sin que estos se dieran cuenta.