ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: Llevar pantalones, por supuesto, era una vergüenza,...
Llevar pantalones, por supuesto, era una vergüenza, algo propio de los bárbaros. En el año 397 el emperador Honorio decretó penas muy severas para los hombres que osaran aparecen en pantalones en la “venerable ciudad” de Roma.