Para aceptar a un discípulo, Pitágoras comenzaba por observar si el postulante era capaz de "controlar su lengua" según la expresión que él mismo utilizaba, y si era capaz de guardar silencio y cuidarse de revelar lo que había oído, durante las sesiones en que se impartía la enseñanza?
Durante la primera época, el silencio del discípulo le interesaba más que lo que éste tenía que decir.
Durante la primera época, el silencio del discípulo le interesaba más que lo que éste tenía que decir.