Ortiga para dolor: La aplicación de los pelos urticantes para el dolor crónico puede ser el uso más antiguo y común de la ortiga. Las mismas sustancias que causan dolor al rozar la piel provocan varios cambios que, para personas que ya padecen de dolor, disminuyen éste. Este fenómeno se llama contrairritación. La contrairritación se ha empleado durante siglos para aliviar la artritis, parálisis muscular y dolor de ciática; esto se logra azotando la parte dolorosa con ramas de ortiga. La ortiga también contiene sustancias antiinflamatorias y que mejoran la circulación. En ensayos clínicos, el extracto de las hojas fue bastante eficaz para reducir el dolor de la artritis reumatoide.